Adiós compañero

Hola vampis nuestros... Hoy teníamos pensado hablar de la resolución del campeonato del mundo de Fórmula 1, pero tendremos que esperar a mañana, porque hoy tenemos que rendir nuestro pequeño tributo a un compañero que se acaba de ir: Juan Antonio Cebrián. En casos como éste es muy típico entrar en una euforia desmedida y acabar convirtiéndose en los más amigos y fans del difunto... Es humano, pero no es nuestro estilo. Os vamos a decir la verdad, no éramos fieles oyentes de su programa, pero lo cierto es que los dos -que solemos viajar de noche- le hemos utlizado muchas veces de banda sonora mientras conducíamos y era sobre todo por la pasión que imprimía a todo lo que hacía y su enorme capacidad como comunicador. Además le admirábamos y le teníamos envidia sana por la adhesión inquebrantable que generaba en sus oyentes y por ese gigantesco disco duro que tenía en la cabeza. Esto lo tenéis que saber: Juan Antonio era capaz de enfrentarse a todas esas horas de radio cargadas de datos sin un mísero guíon, ¡todas las fechas y detalles estaban en su cabeza! De verdad, era increíble, y en esta imagen le tenéis con otro ilustre desaparecido: el Profesor Jiménez del Oso.

No le conocimos personalmente, y eso desgraciadamente ya no tiene remedio, pero os podemos asegurar una cosa: cuando de alguien no hayáis escuchado nada más que parabienes es porque inequivocamente se trata de una buena persona. En fin, desde LNEN enviamos un enorme abrazo a Silvia y a toda la familia de La Rosa de los Vientos. Nos habéis emocionado con este programa tributo que acabamos de escuchar y esa entrañable entrevista a su pequeño Alejandro. Esperamos que saquéis fuerza de donde sea y que sigáis adelante con el programa, porque es lo que a él le gustaría y porque es el tributo que merece alguien capaz de haber enganchado y culturizado a cientos de miles de personas.

Hasta siempre... ¡Fuerza y honor!

Julie & J.F.